Muchas veces creemos que la responsabilidad de alcanzar a otras personas es solo a través de los misioneros, y hacemos oidos sordos a las necesidades de ellos y con quienes ellos comparten.
Por eso, el llamado es para todos donde quiera que estemos, no solo compartir del amor de Dios sino también a apoyar a los misioneros con nuestras oraciones, recursos, dándoles ánimo y compartiendo con ellos
en lo que podamos.
Ahora mismo te animo a que ores por los misioneros y busques la manera de ayudar a alguno de ellos de una forma directa desde donde vivas. Es nuestra responsabilidad de ayudar en las misiones, de ayudar a quienes están trabajando por el Reino de los Cielos.
Como nos dice el Apóstol Pablo en la carta a los romanos, "¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" (Ro.10.15b) asi son los pies de Jairo y su familia. Ellos son misioneros en Africa occidental. Esta hermosa familia esta dispuesta a dar de su tiempo y esfuerzo para compartir del amor de Dios en lugares difíciles. Su llamado lo cumplen con sinceridad y compromiso de corazón delante de Dios. Jairo nos cuenta que "para mi estar en Africa con mi familia, es de gran alegría. Con mi esposa tenemos el mismo sentir de ir y predicar de Jesús. Para mi y mi familia es obediencia, es privilegio, es amor a los perdidos". ¡Gloria a Dios por sus vidas!
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;" (Mt.28.19-20a). Job y su familia conocen muy bien este mandamiento del Señor. Sus vidas a la labor misionera en Uruguay, Suramérica, nos habla de su compromiso y amor por las personas. Job nos comparte que estar en Uruguay es "mantener viva la visión de Jesús de hacer discípulos a las naciones (Mt.28.19). Significa, ser obediente al llamado que Dios puso en mi corazón de compartir las buenas nuevas con otros. Significa, dejar mis intereses personales para servir a otros y mostrar el mismo amor que Cristo me mostro". Dios bendiga a estos hermanos que cumplen su llamado con pasión.
"Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." (Jn.6.35). Oscar y su ministerio, Pan de Vida, trabajan de cerca para ayudar a los más necesitados en Quito, Ecuador. El ministerio funciona al 100% de donaciones, con recursos que vienen de diferentes lados. Su motivación es que a todas las personas que se les ayuda, puedan tener "una relación personal con Jesucristo, y desarrollar su potencial a lo máximo." Para el, Pan de Vida está "simplemente para servir y compartir el evangelio de Jesucristo". Dios siga usando a Oscar, su ministerio y a todos los voluntarios que colaboran por esta causa.